
María, una mamá de Cusco, un día encontró que su lavadora no encendía y al intentar usarla, solo hacía un ruido extraño. Pensó en comprar una nueva, pero el gasto era demasiado alto.
La mayoría de fallas en lavadoras no significan que el equipo haya muerto. Muchas veces son problemas eléctricos o mecánicos comunes: un cable suelto, una tarjeta electrónica dañada, la bomba de agua que no funciona o el motor que perdió fuerza. Con un diagnóstico profesional, se puede identificar el origen del problema en minutos.
Después de una revisión, María descubrió que solo era un falso contacto en la tarjeta. Con una reparación rápida, su lavadora volvió a funcionar como nueva. Evitó gastar miles de soles en un electrodoméstico nuevo y ganó tranquilidad para su hogar.
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